El Prat de Llobregat fue conocido, durante siglos, como “el pueblo de las fiebres”; nombre genérico que comprendía enfermedades tales como el paludismo, la disentería, el tifus y las hepatitis; provocadas por los mosquitos y el agua no potable. La falta de condiciones higiénicas en el delta del Llobregat, hasta hace muy poco, causó verdaderos estragos a nuestros antepasados, indefensos a merced de un medio hostil e inclemente. Estas son pequeñas historias de aquella gente, marcada por la insalubridad, la pobreza, la incultura, la violencia, el trabajo y el sudor pegado al cuerpo, pero sobre todo, por un amor desmedido hacia esta tierra.

sábado, 9 de febrero de 2013

La Fiesta Mayor del Prat


“ A la vista del programa de los festejos que se celebrarán en Prat de Llobregat en los días 26, 27, 28 y 29 del corriente no cabe duda que la fiesta mayor será importante y que reinará mucha animación en aquel pueblo, acudiendo forasteros en abundancia.
Será anunciada la fiesta al amanecer del día 26 con un gran repique de campanas. En el siguiente día serán disparados morteretes, y a las diez de la mañana se celebrarán solemnes oficios en la parroquia, asistiendo el Ayuntamiento en corporación. Se cantará la misa de gloria, del maestro Badia, por una masa coral de la población, acompañada por una orquesta de la misma. Se celebrará por la tarde una gran “Sortija”, que será dirigida por el popular artista del Prat, señor Sardo. En el teatro del Centro Artesano habrá función por la noche, representándose el drama “El Ejemplo” y “El Prólogo de un drama”, por la compañía del señor Tutau.
Se verificarán el 28 bailes en el citado Centro, ejecutando el programa la orquesta de las “Escalas”, y en un entoldado en el que tocará la música “La Unión Artística”.
Habrá el 29 alboradas, bailes, fuegos de artificio, elevándose un enorme globo construido por el artista señor Ninus del Masnou.
Digno remate de la fiesta mayor serán las giras campestres que se verificarán el día 30 por los pintorescos alrededores del pueblo y á orillas del Llobregat.”

Este artículo apareció publicado en el diario La Vanguardia, el pasado 24 de septiembre de 1892, haciendo referencia a los festejos previstos durante la Fiesta Mayor del Prat. El alcalde del municipio era entonces el sr. Baudilio Serra y Vidal, que ocupó dicho cargo durante el período comprendido entre los años 1890 a 1893. La población del Prat contaba con unos 2.600 habitantes (1), aproximadamente , que malvivían, dedicados, fundamentalmente, a la explotación agrícola. Aunque las circunstancias económicas no invitaban a grandes celebraciones, ni el presupuesto lo permitía, seguro que nuestros antepasados se entregaron, voluntariosos, al ocio, después de un verano extremadamente caluroso e improductivo. Raúl M. Mia, en un artículo publicado el año 1943, explicaba: “sobrevino un verano caluroso y tan seco, que los campos del término se agotaron por falta de riego. El pozo que existía en la Colonia Casanovas resultó insuficiente. Hubo que recurrir a los aljibes... ·.
Baldiri Soler, agricultor de Gavá, añadía: “ el 13 de Abril (1892) ya no llovió ni para medio palmo de “sao”, hasta el día de San Miguel, el 29 de septiembre del mismo año. Así es que no tuvimos una gota de agua en los cinco meses del estío “, por lo que no se pudieron recolectar los productos agrícolas propios de este período. Ante este panorama gris oscuro, seguramente que más de uno se dejó sorprender por el enorme globo construido por el señor Ninus del Masnou, aunque, y no me cabe la menor duda, la mejor distracción la debieron constituir los diferentes bailes organizados, donde mozos y mozas se encontraban o reencontraban, para proclamarse su amor eterno.
¿ Cuántas nuevas historias nacieron bajo aquellos viejos entoldados ?, al son de músicos más voluntariosos que artistas.
Nunca lo sabremos, por que la historia se viste de fechas y grandes acontecimientos, que en muy pocas ocasiones llegan a penetrar la infranqueable barrera del tiempo.
Podemos disfrutar, no obstante, de pequeños retazos como este artículo, que vestidos con nuestra imaginación nos transportarán a costumbres desaparecidas y lugares tan remotos como pueda serlo nuestro propio municipio, hace ciento dieciocho años.



(1) No existe un censo propio del año 1892, por lo que he utilizado una media ponderada de los registros de 1887 (2411 habitantes) y 1897 (2793 habitantes).

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