El Prat de Llobregat fue conocido, durante siglos, como “el pueblo de las fiebres”; nombre genérico que comprendía enfermedades tales como el paludismo, la disentería, el tifus y las hepatitis; provocadas por los mosquitos y el agua no potable. La falta de condiciones higiénicas en el delta del Llobregat, hasta hace muy poco, causó verdaderos estragos a nuestros antepasados, indefensos a merced de un medio hostil e inclemente. Estas son pequeñas historias de aquella gente, marcada por la insalubridad, la pobreza, la incultura, la violencia, el trabajo y el sudor pegado al cuerpo, pero sobre todo, por un amor desmedido hacia esta tierra.

sábado, 9 de febrero de 2013

Niño y lagartija


Escultura Niño y lagartija

Niño y lagartija o Lagartija –simplemente- es una escultura en bronce, de carácter realista, obra del escultor Francisco López Hernández, que se encuentra expuesta en la Plaça de la Vila, del Prat de Llobregat. La escultura, del año 1994, muestra a un niño sentado, a tamaño natural aproximadamente, que observa, entre curioso y fascinado, una pequeña lagartija que hay en frente suyo. El niño está descalzo, con los pies cruzados y viste únicamente un pantalón corto. Se asoma a un nuevo mundo para él: la naturaleza. Lo que realmente destaca, para mí, de este trabajo, es el realismo del conjunto y sobre todo los valores que simboliza: la inocencia de la infancia, la curiosidad por el mundo natural y, por encima de todo, el amor y el respeto por la naturaleza. Unos valores que todos nosotros compartimos y que, sin duda, debemos fomentar y mantener siempre vivos.

Detalle de la escultura 
Biografía


López Hernández nació el 28 de abril de 1932 en Madrid, en el seno de una familia de tradición artesanal orfebre (Talleres López). Sus primeras enseñanzas vinieron de la mano de su padre que, desde muy pequeño, avivó en él su vocación como escultor. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. En 1956 viajó a Roma, becado por el Ministerio de Educación, para ampliar sus conocimientos artísticos. Más tarde, residiría también en París y Grecia, donde nacería su vocación por el arte clásico y renacentista. Ha estado ligado a la enseñanza en diversos centros como la Escuela de Bellas Artes de San Fernando o la Escuela de Artes y Oficios (Madrid).


Detalle de la lagartija 
Obra

Pertenece a la denominada escuela realista contemporánea, de la cual es uno de sus principales exponentes, junto a su hermano Julio López Hernández, Antonio López García y Lucio Muñoz. Algunas de sus obras están expuestas en los principales museos y pinacotecas de Europa: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), Museo Británico (Londres), Nueva Pinacoteca (Munich), Nacional Gallerie (Berlín), Fundación Juan March (Madrid) o Museo voor Schone Kunsten (Bélgica).
Entre sus obras más conocidas destacan: Úrsula (1956), Esperancita (1963), Mujer bajo la lluvia (1964), Escaladores de la pared norte y Relieve de Madrid (1965), Tapia y perro (1973), Ofelia ahogada (1986), Monumento a Enrique Tierno Galván (1988), Homenaje al agente comercial (1998), Monumento a José María Escrivá de Balaguer (2001), Monumento a Velázquez , Monumento a Carlos III, el Noble (2004) y Monumento a Blas de Otero (2005) y Monumento a Picasso (2008).

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